El raspado periodontal o raspado de encías es una técnica meticulosa cuyos beneficios clínicos derivan de la correcta eliminación de la placa bacteriana y del cálculo subgingival. Generalmente , el raspado y alisado se inicia con el aparato de ultrasonidos o subsonidos y se acaba con el uso de curetas debido a su mayor sensibilidad táctil y facilidad de adaptación a la superficie radicular.
El raspado periodontal radicular se realiza sin visión directa y es una técnica difícil y laboriosa, siendo la habilidad y destreza del profesional para el raspado y alisado lo que determinará la limitación del tratamiento no quirúrgico.
Las zonas de más difícil acceso para el raspado de encías y alisado son: las bolsas profundas, furcas, bolsas infraóseas, línea ángulo, línea amelo-cementaria, concavidades, surcos, zonas con proximidad radicular y malposiciones, tejidos gingivales finos o fibrosados, prótesis o restauraciones subgingivales y factores anatómicos como macroglosias y musculatura muy potente, etc.