En torno a los doce años termina la salida de los segundos molares… y empieza una época complicada para la salud bucal: la adolescencia. En este periodo hay un alto riesgo de aparición de caries y problemas de encías.

Es muy frecuente que los adolescentes descuiden el cepillado, por no hablar de otros hábitos de higiene como el hilo dental. Según un estudio de CORA, solo 3 de cada 10 adolescentes entre 13 y 17 años se cepillan los dientes a diario.

A esta edad empieza a ser frecuente comer fuera de casa y consumir más dulces y comida basura. Además, los adolescentes son un grupo de alto consumo de refrescos, que no solo contienen azúcar sino aditivos ácidos que pueden dañar el esmalte.

Dado que la dentición definitiva acaba de completarse, muchos adolescentes llevan aparatos de ortodoncia. Los brackets facilitan la acumulación de restos alimenticios y placa dental, por lo que pueden agravar el problema.

¿Qué podemos hacer para mejorar la salud bucal de los adolescentes?

  • Motivarlos con la estética, más que con la salud. El estudio de CORA concluye que entre los adolescentes que cuidan de su salud bucal, el 50% lo hace para evitar que se les pongan los dientes amarillos y el 20% para evitar el mal aliento.
  • Intentar que no se salten el cepillado de antes de acostarse, ya que es el más importante.
  • Recordarles y hacerles cumplir con las visitas regulares al dentista.
  • Vigilar los hábitos de alimentación, al menos cuando coman en casa. Cuando coman fuera, se les puede dar un kit de higiene bucal de viaje y decirles que, como último recurso, se enjuaguen la boca y tomen chicles sin azúcar.
  • Los piercing pueden tener varios riesgos para la salud bucal: infecciones, hemorragias, lesiones de encías,fracturas del esmalte… Si tu hijo quiere ponerse uno, consúltalo con el dentista.