El injerto de seno maxilar es una técnica de regeneración ósea a la que recurrimos cuando hay poco hueso en la zona de los molares superiores. Consiste en rellenar con hueso una cavidad hueca llena de aire llamada seno maxilar. Esta cavidad se encuentra debajo de la región malar (pómulos).
En estos casos, el injerto de hueso dentro del seno maxilar es un procedimiento muy seguro que permite colocar implantes de manera simultánea o diferida.
Las regiones posteriores del maxilar superior presentan la dificultad de la escasez de hueso para la colocación de implantes incluso en casos de extracciones recientes por la presencia de los senos maxilares.
Este problema se halla actualmente resuelto mediante una técnica denominada elevación de seno maxilar o “sinus-lift”. Este procedimiento se realiza con anestesia local, y consiste en separar una membrana que existe dentro del seno maxilar y colocar un injerto de hueso consistente en un hueso artificial. El post-operatorio sigue siendo indoloro, pero se acompaña de un ligero hinchazón que dura 2 ó 3 días.
La elevación de seno maxilar, en manos expertas, presenta una tasa de éxito muy alta, y se define de esta forma como un procedimiento implantológico sencillo y frecuente, que permite dar solución satisfactoria a los pacientes en esta región.